Fecha

lunes, 1 de agosto de 2011

Su nuevo cachorro Chihuahua

El primer día y la primera noche[1]

Cuando su cachorro de Chihuahua llegue a su casa, deposítelo en el suelo y no lo recoja otra vez, excepto cuando sea absolutamente necesario. Es un perro, un verdadero perro, y no debe ser manejado como un muñeco de trapo.  Manéjele tan poco como sea posible, y no permita que nadie lo coja y le trate como a un bebé.
Muy posiblemente su cachorro de Chihuahua tendrá miedo durante cierto tiempo en su nuevo entorno, sin su madre y hermanos de camada.  Anímele y tranquilícele, pero no le consuele. No le dé el tratamiento de “¡oh, pobrecito, que solito estás! Adopte una actitud tranquilizadora y amistosa. Anímele a dar vueltas por su nuevo hogar y a olfatearlo. Si está oscuro, encienda las luces.  Déjele vagar durante unos minutos mientras usted y todos los demás miembros de su familia están tranquilamente sentados siguiendo la rutina habitual.  Deje que el cachorro vuelva a usted.
Al igual que un bebé, su cachorro Chihuahua necesita mucho descanso y no debe ser manipulado en exceso. Una vez un niño se da cuenta de que un cachorro tiene “sentimientos” similares a los suyos, y que puede ser herido o dañado fácilmente, las oportunidades de jugar y sus responsabilidades proporcionan ejercicio y adiestramiento para ambos.
En su primera noche en casa, se debe poner donde vaya a dormir cada noche, o sea en la cocina, dado que generalmente es más fácil limpiar el suelo de la misma. Déjelo explorar la cocina a su gusto; cierre las puertas para confiarle allí. Prepare su comida y aliméntele ligeramente la primera noche. Facilítele un recipiente con algo de agua, no mucha, puesto que la mayoría de cachorros intentan bebérsela toda. Póngale en el suelo una chaqueta o una camisa vieja para que se acueste encima. Dado que estas prendas desprenden un fuerte olor humano, las elegirá para acostarse, favoreciendo así su sensación de seguridad en la habitación donde acaba de ser alimentado.



La enseñanza de los hábitos higiénicos ayuda

Ahora, más pronto o más tarde – probablemente más pronto – su nuevo cachorro de Chihuahua va a “mojar” el suelo.  Ante todo coja un periódico y póngalo sobre el charco hasta que empape la orina. Guarde este periódico. Coja luego un paño con agua y jabón, friegue el suelo y séquelo bien. Entonces coja el periódico húmedo y colóquelo en una zona recubierta de periódicos en una esquina adecuada.  Al limpiar, deje siempre un trozo de periódico húmedo encima de los otros.  Cada vez que él quiera “ponerse en cuclillas”, buscará este lugar y utilizará los periódicos.  (Raramente es necesario seguir esta rutina más de tres días).  Ahora deje solo a su cachorro Chihuahua durante la noche.  Muy probablemente llorará y aullará un poco.  Algunos son más pertinaces que otros en este aspecto. No obstante, déjelo solo durante la noche.  Puede parecer un tratamiento duro, pero es el mejor procedimiento a largo plazo.  Déjele llorar; se cansará más pronto o más tarde.




¿SABÍA USTED QUE…?[2]

Tomará por lo menos dos semanas al cachorro acostumbrarse a su nuevo entorno. Ofrézcale mucho amor, atención, caricias, oportunidades frecuentes para aliviarse de sus necesidades fisiológicas, una dieta que le agrade y un lugar que pueda considerar suyo.

Una buena manera de probar lo adecuado de una dieta es observar el color, olor y firmeza de los excrementos del perro.  Un perro saludable produce, generalmente, tres heces semiduras cada día, que no deben tener un olor desagradable y que deben tener un solo color.

Usted debe guardar con cuidado la comida seca del perro.  El contenido de los paquetes abiertos pierde fácilmente su valor vitamínico, usualmente dentro de los 90 días a partir del momento en que se abren.  Las esporas de moho y los gusanos pueden contaminarla.

El agua es mejor que sobre. Los perros necesitan el agua para el funcionamiento bioquímico de sus cuerpos.  Además, es necesaria para reponer el líquido que pierde jadeando.  A diferencia de las personas, las personas sudan para disipar el calor, los perros tienen que jadear para refrescarse y, de este modo, pierden el agua que sus cuerpos necesitan para regular la temperatura.

El uso de productos para humanos, como shampoo, el jabón y otros, pueden ser dañino para el pelaje y la piel del perro.  Estos productos son demasiado ácidos y eliminan los aceites protectores que revisten el pelaje y la piel y contribuyen a hacerlos impermeables.  Utilice únicamente el shampoo elaborado especialmente para perros y, si lo desea, use uno medicinal, que siempre le ayudará a mantener a raya a los parásitos externos.



Su perro necesita tomar el sol diariamente por las mismas razones que lo necesitan las personas.  Las personas que permanecen dentro de las viviendas con las cortinas cerradas sobre las ventanas para no dejar entrar el sol, sufren desórdenes estacionales en el mismo grado que las personas.

Para la mente canina, las manos de las personas equivalen al hocico del perro, como mecanismo de defensa.  Si usted lo aprieta mucho, él podría reaccionar mordiéndolo, porque ese sería su respuesta normal.  No sería un mordisco agresivo, y aunque toda actitud mordedora debe ser suprimida, usted también necesita aprender a manejar cómo manejar a su perro.

Los perros hacen cualquier cosa por llamar la atención de su dueño. Si usted premia al suyo cuando él está descansando y en calma, conseguirá un perro de buenas costumbres, pero si en lugar de eso lo saluda aparatosamente y lo anima a jugar con usted, entonces él lo recibirá de la misma manera y será un perro hiperactivo.








[1] Manual Práctico del Chihuahua. Editorial: Hispano Europea.
[2] Chihuahua por Barbara J. Andrews.